Un
algodón blanco, pulcro y suave, pasa horas mirando atenta a... solo podemos
imaginar qué. Son lagartijos, iguanas; no sabemos. Una vez más, son mundos
diferentes que solo ella, Luna la gata, el algodón blanco, disfruta mientras
friego unos cubiertos y la miro un momento...
Todo
bien, ella mira atentamente el guanábano macho, pero de repente adquiere una
pose de atención y sus instintos de cazadora dispuesta a defender su espacio,
su mundo.
Brinca
y ataca. No logro ver qué es, pero algo la toma por sorpresa y brinca par de
veces. Mi curiosidad me domina y voy a ver qué fue lo que causó tal reacción;
la minuciosa observación, paciencia y ataque, para descubrir que hay una
amenazadora boa que cobardemente la ataca con ferocidad. Gracias a sus
destrezas y sagacidad, una vez más, Luna logra mantenerse su dominio en “su
mundo real”, su guanábano macho.
© DIVINA SIRENA 2018
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