“Qué
bonito se ve todo. Flores por aquí, adornos por allá. Fotos, recuerdos. Todo
limpio, todo bonito. ¡Oh! Un ramillete de pompones amarillos. Qué bello”. Siempre
le gustaron.
De pronto,
siente voces. Se asoma y ve que llegan algunos invitados.
“Sofía, mi
querida sobrina, tanto tiempo sin verla. También está mi hermana Matilde con su
esposo. Ambos con sus respectivos hijos. ¡Oh! Mi exsuegra Adela. Me alegra
mucho verla, aunque hacía mucho que no me hablaba”.
Llegan
algunos vecinos y empieza la tertulia.
—Vayan atrás.
Tenemos bizcocho, galletas, café, entre otros entremeses.
“¡Sí,
vamos, vamos, yo quiero un café!” grita ella, y se da cuenta de que nadie le
contesta.
De pronto,
mira a un espejo y nota que no ve su reflejo. Es entonces que se da cuenta que
ya no está en este plano. Que ya no pertenece a este mundo.
© Zephia 2016
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