lunes, 25 de abril de 2016

DAHLIA


Hola, hija mía. ¿Cómo estás? Buenos días.
Tu carita y sonrisa me llenan de alegría
pasan los días, te extraño, querida mía
en mis brazos te tendría todo el día.

Mi pequeña dibujante y amante del sonido
cómo compartíamos en nuestro nido.
¿Te acuerdas cuando te susurraba en el oído?
Vocales y consonantes, ¡ay Dios mío!

Se me derrama el alma del dolor
al no tenerte conmigo, mi flor.
Cuánto extraño tu dulce olor
de blanco a negro, me pintas a color.

Te amo más y más cada día
por ti, yo ye doy mi vida.
Tú eres un milagro, me decían
¡sánate mi reinita!

Mamá sigue aquí, luchando por ti
y seguirá hasta el fin, no te olvides de mí.


© 2016 MENID




 
 

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