domingo, 13 de abril de 2014

EL FALSO SUEÑO


Corría el año 90 cuando a mi amiga y vecina de República Dominicana le vendieron un sueño falso.
“Vecina, vecina, levántese que vamos a cambiar de vida”. Me cuenta que su sobrino, el cual ella crió, trabaja en una agencia de viajes y que el dueño consigue contratos de trabajo en el extranjero; sólo hay que comprarle el pasaje a él.
Le contesto: “Vecina, yo veo eso muy fácil, no me convence”. Pero mi vecina y amiga dejó cuatro hijos, casa, colmado, un buen trabajo de secretaria en la lotería y decía “Me voy, me saqué la lotería”. Más nunca supe de ella.

Corría el año 93. Una hermana mía me vendió el mismo sueño.
“Por $5000 te vas a Panamá por tres meses, vas a ganar $300 semanales”. Y caí.
Llegué al aeropuerto de Panamá a la 1:00 am. No había nadie. A las 2:30 am llamo. “Mejor cojo un taxi; será que esa mujer está durmiendo”. Estaba yo muy elegante, con tacos, moño. La taxista preguntó: “¿Pero a qué dirección va usted?”. Entonces me di cuenta de que fui engañada.
Cuando me bajé del taxi lo primero que observé fue un vestido bien ramiado* en una esquina de la calle principal. Venía corriendo hacia mí y su pregunta entre llanto era: “¿Vecina qué usted hace aquí?”. Fue algo terrible; era mi amiga. Me orientó de lo que había, lo que mi hermana hacía. “Usted no se va a quedar aquí; regresará con el mismo pasaje que vino. No quiero que le pase lo mismo que a mí”.


* ramiado: lleno de ramas; se refiere al estampado de ramas verdes de la tela.


©2014 SABIDURÍA EN LETRAS


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