sábado, 26 de octubre de 2013

CONFESIÓN



Me acerqué a la puerta. Te vi en el vestido azul de los amaneceres. Entré temblorososa. Las palabras se me atascaban en la garganta al quererte hablar. Lo notaste. Tus manos etretejían el nerviosismo acumulado por la espera, por mi ausencia y la distancia que desde hace tiempo quedó sembrada en nosotros. Me senté. Acomodé las manos sobre la mesa y levanté la cabeza. Frente a tus ojos llorosos pensaba cómo confesarte lo que sería un golpe de muerte segura a lo que en amor nos juramos. Abrí lentamente mis labios, cerré los ojos, y cuando la verdad te diría, el gallo cantó la traición. Una herida se abrió sin consuelo y con razón.


©2013 PUERTO LUNA
LETRAS VIVAS
24 de septiembre de 2013


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