Era el año 2010, en Puerto Rico. Tenía a
mi inquilina y amiga argentina. Nos juramos ser una familia. Llevaba diez años
en mi casa. Yo decidí comprar una finca. Nos íbamos del pueblo para el campo.
Lo primero que hice fue acomodar un apartamento para mi amiga y hermana, no
quise enseñárselo hasta que no estuviera prolijito*, como ella decía, con su
tachito**.
Ella llegó un día de su trabajo para ver
su nuevo hogar. Yo no estaba. Ella entró a la finca, fue a su puerta, vio una
gallina de palo*** que no la dejó entrar. Ella pegó a gritar, pero en vez de
correr para la calle, corrió para el monte. ¡Pobre amiga! Cuando llegué, tuve
que internarme en el monte como con siete personas para poder sacarla por otra
calle. Tenía como cinco gallinas de palo a su alrededor. Mi amiga, que gracias
a Dios era bien flaca, se me subió a caballito. Yo estuve una semana en el
hospital. Ella no volvió más nunca a ese campo, se fue a vivir a San Juan.
*
prolijito: se usa en Argentina para referirse a algo que está bien hecho,
bonito, limpio.
**
tachito: se usa en Argentina para designar el cubo de la basura.
***
gallina de palo: en el Caribe hispano, iguana.
©2014 SABIDURÍA EN LETRAS
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