¡Despierta!
¡Que el terror de la noche me acecha!
Que llegue él, armado, y mientras duermes, se quede con lo más bello
que tengo.
¡Despierta!
¡Que esto que vivo es un infierno!
No Madre, tu amor, lo necesito.
Despierta y por favor lucha.
Tú no eres poca cosa, tú mereces miles rosas.
¡Tú eres Madre mía, poderosa!
Ya despierta, ¡tú no has hecho nada para merecer esta mierda!
Golpes, insultos y ese trato.
Despierta, que cada mal rato queda como retrato aquí en mi mente.
Y cuando no estoy presente, ¿qué te hace el desgraciado ese?
Ya crecí… ¡Que no me voy de aquí! No me voy de tu lado, ¡si mira cómo
te ha dejado!
Estás ya envuelta en sábanas, llenas de tu vida que corrió por
auxilio…
Corre por auxilio Mami y no te dejes alcanzar, corre, corre… Sal de
ese lugar.
© 2015 ESCRIBIENDO CON FORTALEZA EN LA VIDA — LFF
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