A veces
quisiera que usaras mis zapatos para que entiendas lo que verdaderamente sentí
y pasé.
A veces decimos
“te entiendo”, pero en realidad no me entiendes. Lo más triste cuando te toque
el momento para ponerte mis zapatos, no te servirán para nada. Y peor aún:
nadie buscará ningunos que te sirvan, porque no intentaste en el momento que te
dije de ponerte mis zapatos.
© SERENITY 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario