LA PRIMERA CASA
Me siento feliz por mi casa, o sea
apartamento, porque es muy cómodo. Me siento como una reina. Siento una paz en
mi vida.
LA SEGUNDA CASA
La casa es importante. Se siente seguro,
mas uno tiene estabilidad viviendo con la familia y si tiene hijos lo que
necesita uno es ser feliz, lo que necesita es amor, cariño y protección, sobre
todo abrigo, comida, un techo seguro, educarlo al máximo y mantenerlos al todo,
trabajando en conjunto, enseñándole las cosas espirituales, hablándoles de la
Biblia, valores, cómo defenderse y echar pa’lante, cooperando en la limpieza y
la cocina, ayudando cada uno; mi casa, mi seguridad.
LA TERCERA CASA
En la casa ha habido mucho por hacer;
muchas tareas. Cosas nuevas. Preguntas. Curiosidades. Casa llena de cosas. Pensamientos
e inquietudes. Decisiones por llegar a su lugar de vida. Palabras que quieren
salir, pero no llegan a su lugar. Su casa… su hogar. Aún así, estoy feliz por
esta oportunidad.
La casa, un hogar. Quiero tener el mío
propio para allí poder llegar a descansar, a reposar, a compartir, a jugar. Ver
el atardecer convertirse en noche llena de un mar negro de luces que parpadean.
La casa; reposar mi cabeza, crear nuevas memorias dentro de esa cajita. Mi
cajita. ¿Ahí esconderé mis pensamientos, o los dejaré salir? Mejor los dejo
salir… Que cuando ya yo no esté, quede esa cajita llena de mí. De mi imagen, de
mis recuerdos. Para aquel a quien le interese… Para que me recuerden. Lugar
donde dejaré mi pureza para contagiar a otros. Pensamientos que corren de languidez
a emociones rampantes. Agradecida estoy aún por lo que tengo, por ver la luz.
Por las flores y la belleza que hay a mi alrededor.
Esta es la llave de la casa que está en
la plaza. En la plaza un piso, en el piso una mesa, en la mesa una jaula, en la
jaula un loro que dice: “Loro-jaula, jaula-mesa, mesa-piso, piso-plaza, esto es
la llave de la casa”.
LA CUARTA CASA
La casa es un lugar donde se encierran
todas nuestras situaciones. Debe ser un lugar seguro, tranquilo, lleno de paz,
amor. En la casa se crían los niños que tenga el matrimonio. Nuestra mente es
nuestra casa, pues allí guardamos nuestros pensamientos. La casa es el lugar
más importante en nuestras vidas. La casa es el lugar donde más respeto debe
haber. Es aquello que nos da cobertura; o sea, nos cubre y nos protege. Debe
ser cómoda, fresca y con mucho amor. Es el lugar donde se encierran nuestras
inquietudes, a veces por temor, por pena o porque no nos damos el valor que
tenemos. Todos ansiamos tener una casa. La casa nos espera. Cuando salimos, se
queda vacía y triste, pero cuando llegamos, se pone feliz. Yo tengo dos casas;
la que vivo y la que me tiene Dios en el cielo cuando termine mi vida, pues mi
vida llegará hasta la eternidad y ese es el final: el cielo, como dicen los
cristianos. Me encanta estar en mi casa.
© 2015 ESCRIBIENDO CON FORTALEZA EN LA
VIDA
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