sábado, 28 de septiembre de 2013

DESPERTAR


Ella mapeaba con mucho cansancio y tristeza, cuando de pronto vio su reflejo en la ventana de cristal del cuarto. Habían pasado unos años, quizás no tantos, pero se notaba el paso de éstos en su rostro. Comenzó a recordar lo que fue su vida; analizó sus éxitos y fracasos, vio adónde había llegado, y sonrió. Ella seguía mapeando, cuarto por cuarto, pasillo por pasillo, hasta que comprobó que su vida era más que mapear un cuarto. Se soltó el pelo y pintó sus labios de rojo carmín. Aún sin bañarse, se puso su mejor fragancia y empezó a danzar como una hoja seca cuando el viento la sopla en otoño. Se sentía libre, joven, bella; olvidó todo en ese instante y sólo reía. Al fin se reconoció y se dijo a sí misma “esto es sólo una responsabilidad”. A partir de ese instante, se valoró y dejó salir su autoestima y sus virtudes. Entonces, la paz se mudó por siempre a su alma y nunca más la abandonó.


©2013 PALO GRIS  
LETRAS VIVAS
26 de septiembre de 2013


LA LLAMADA


Ella miraba por la ventana cuando sonó el teléfono. Corrió a levantarlo. Era Ángel. Sonreída dijo “¡Hello!”. Al escucharlo, su semblante cambió. Hubo un silencio prolongado; era el amor de su vida. Había esperado esa llamada contando los segundos. Con mucha tristeza y emoción a la vez, no sabía cómo decirle que había llegado tarde. Ángel tartamudeaba y de pronto comenzó a llorar. Patricia no quería lastimarlo, pero tenía que decirle que estaba con su hermano. Pasaron unos minutos; sólo se escuchaba el sonido del silencio, mientras unas gotas cristalinas recorrían las mejillas de ambos. Colgó el teléfono sin mediar palabra.


©2013 PALO GRIS  
LETRAS VIVAS
26 de septiembre de 2013


EL CANTO DEL GALLO


Como cada mañana, se escuchaba cantar al gallo a lo lejos.
—Me gusta mucho el canto del gallo; es el precursor de los amaneceres fríos en la época navideña.
—A mí no. Para mí, el gallo anuncia una traición o la llegada de la menstruación.
—Ay, no digas eso. En el campo donde vivo, se oye su canto por las mañanas como gritando: “Me gusta vivir, me gusta vivir, la, la, la, la, la…”.
—Puede ser, pero este pobre gallo no sabe qué le espera.
—No sé de qué hablas. El gallo sabe que siempre hay un nuevo amanecer y una nueva oportunidad de comenzar.
—Así es, al menos para él, ya que a las 2:00 de la mañana se quedó viudo por el “sopón” de su compañera, que dio paso al festejo.
Algo presentía el gallo, casi muriendo de espanto al percibir el aroma de su amada mezclado con el olor a especias y agua hirviendo. Entonces, en medio del sarao, ideó su venganza. El resentimiento le apretó el pecho de tal forma que cantó estrepitosamente, despertando a todo el vecindario. Pero era tan puro, que no podía hacerle mal a nadie. El gallo cantó y cantó con todas sus fuerzas. Y fue tan bello su canto, que todo el vecindario tarareó: la, la, la, la, la…

©2013 ¡ESTAMOS LISTAS! 
LETRAS VIVAS
24 de septiembre de 2013